Salía de disfrutar un gran concierto de piano. Enfrente a la puerta de salida del lugar, esta silla encadenada... Sin lugar a dudas tiene muchas lecturas. Te animás a dejar la tuya? Después te cuento el por qué está allí.
Son prejóvenes que lustran los zapatos, que encuentran un descanso en la plaza 24 de setiembre para alimentar a sus palomas. Para alimentar acaso, la esperanza.